Hace tiempo iba a un gimnasio muy conocido que tiene unas franquicias de yoga..... porque aunque tenga una formación de profesora de yoga de vez en cuando me gusta practicar acompañada.
Las niñas iban allí con unos conjuntos de licra monísimos, "tops" de colorines modernos, y mallas brillantes. Y yo con camisetas de algodón agujereás llenas de bolitas de viejitas que estaban y mallas descoloridas cutres. Para que al practicar asanas invertidas no se me cayera la camiseta en la cara, me la ponía por dentro de las mallas.